miércoles, 15 de abril de 2015

ACTITUD MENTAL POSITIVA Y SALUD

ACTITUD MENTAL POSITIVA Y SALUD
Desde la antigüedad se creía que cuando una persona tiene una actitud  hacia la vida –Actitud Mental Positiva (AMP) o Actitud Vital (AV) era una forma natural de  conservare la salud.

En la actualidad, pero desde una perspectiva de conocimiento empírico o científico es posible llegar a la conclusión de que, efectivamente, la AMP favorece la salud.

Una nueva disciplina científica la Psiconeuro-inmunología, trata de estudiar cómo las AMP/AV producen efectos beneficiosos en la salud. En este sentido, Científicos de la Clínica Mayo, situada en Rochester (Minnesota, EE.UU.), realizaron durante treinta años un estudio entre más de ochocientos pacientes. Los resultados revelaron que los optimistas gozaban de mejor salud y una vida mucho más larga que otras personas.
         
Incluso, a nivel clínico se llega a la conclusión que existen ciertas áreas cerebrales que son responsables de la segregación de ciertas sustancias beneficiosas para mantener la salud. Citemos, por ejemplos, unas para aliviar el dolor “analgésicos endógenos”, otras para potenciar las defensas las “inmunoglobulinas” –proteínas- y algunas otras, para combatir infecciones caso del “interferón. Todo ello, nos lleve a recordar aquella frase latina que, desde lejanos tiempos, se repite aún en la actualidad: “Mens sana in corpore sano”.
          
De acuerdo con lo expuesto, el Dr. Ignacio Ferrando, Director de Programas Médicos de Sanitas, afirma "es básico ser consciente de lo que la actitud mental puede hacer por la salud, así como de que podemos cuidar y potenciar dicha actitud". Dicha actitud afecta a nuestra salud, seamos capaces de verlo o no. En este sentido en propio Dr. Ferrando, en su artículo "Actitud Mental y Salud" presenta diversas reco- mendaciones, entre las que destacan:

  • Hacer ejercicio físico adecuado a la edad y condición física.
  • Tener voluntad de aprender y alcanzar nuevas metas.
  • Mantener el compromiso individual con los valores éticos personales.
  • Establecer relaciones de confianza de manera estable con otras persona.
  • La salud no es sólo algo que se tiene, sino que es algo de lo que se goza.
Es cierto, que cuando estamos sanos disfrutamos de nuestra salud a tope – como dicen algunos “hasta que el cuerpo agu- ante”-. Pero, por el contrario, cuando estamos enfermos, nos damos cuenta de que la hemos perdido y corriendo vamos al “profesional de la salud” para que nos ayude a recuperárla. Recuerdo, a este respecto lo que decía mi abuela: “Solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena”