jueves, 12 de octubre de 2017

RELAJACION EN LAS AULAS ¿PARA QUÉ?


RELAJACIÓN EN LAS AULAS ¿PARA QUÉ?
           Hace unos días, estuve hablando con unos amigos padres de alumnos entre 5 a 12 años que me decían, que habían oído hablar que en las aulas de algunos colegios se estaba enseñando a los alumnos a relajarse y me preguntaron: la relajación en las aulas ¿Para qué? No será mejor que se les obligue a estudiar más matemáticas, ciencias sociales, literatura y a practicar ejercicio físico para que se hagan listos y fuertes. 
          Creo, que no se plantea si hay que, como vosotros proponéis, obligarles a que se hagan más listos y fuertes; lo que se plantea con la pregunta que me formuláis, es sencillamente la relajación en las aulas ¿Para qué?
          Voy a intentar, contestar a vuestra pregunta con la finalidad de que todos podamos tener una idea global sobre el tema que nos ocupa y así poderlo compartir con mayor conocimiento.
          Para ello, lo primero que hemos de tener presente, en los momentos actuales, como ya deje recogido en algunos de mis escritos anteriores (1) “hay que aprender para el éxito, no para el fracaso” pues, sigo recordando: Desde los medios académicos se dice que el  fracaso escolar es la signatura pendiente de aprobar“. Si esto es así, nos tendremos que plantear una cuestión muy sencilla ¿Por qué hasta ahora no ha habido una solución positiva para evitarlo? Como respuesta se puede indicar que no, a lo mejor, porque no se ha dado la debida importancia a los siguientes aspectos:
a) Relativos al propio estudiante:
          - El estudiante, es un ser humano vivo, una persona, y como tal tiene que ser contemplado. Aprende, utilizando, bajo su control, su energía en íntima relación y armonía con su “mente (emociones)” y su “cuerpo (realizando una conducta adaptativa o no, en función del matiz emocional positivo o negativo de la emoción vivida), no solo en la escuela, sino también en la familia y en la sociedad.
          - Dar mayor importancia al estudiante, situándolo en el centro, de los procesos de enseñanza-aprendizaje para que se adapte a su actividad diaria, dentro y fuera del aula (con él mismo,  con los profesores, con la familia, con los compañeros, con los amigos y con el medio ambiente).
           - Comprender, que en la vida actual, el alumno realiza desde que se levanta de la cama, hasta que por la noche vuelve a ella, una actividad que, en muchas ocasiones, conlleva, de forma repetida, un esfuerzo mental-físico, debido a la tensión emocional originada por la preocupación de su trabajo, estudio y los ejercicios realizado al regreso del colegio el día anterior, más los preparativos para ir al colegio al día siguiente, portando una mochila, bien a la espalda o con ruedas tirada con la mano, llenas de elementos de estudio, en la mayoría de los casos con un excesivo peso; lo que conlleva que con frecuencia, comience a sentirse agotado, cansado, como si no tuviese fuerzas ni energías para seguir con su tarea.
b) En cuanto, a su actividad, estudiar:
           - Estudiar es una profesión”. El estudiante es el profesional del estudio, aunque se ejerza desde muy temprana edad, como el profesor lo es de la enseñanza.
c) Con relación al fracaso escolar:
           - El “fracaso escolar”, no es un tema individual, sino colectivo y debe de ser estudiado, analizado, diagnosticado y tratado teniendo en cuenta una perspectiva global u holística.
          - Desterrar el simbolismo de que el aprendizaje es, de alguna manera, sinónimo de libros, de normas que cumplir, de ejercicios que hacer, etc. Por el contrario, el aprendizaje es sinónimo de emoción, motivación, de querer, de poder, de respeto, de medios instrumentales y humanos.
d) En cuanto a los docentes:
          - Los docentes deben actualizarse para poder servirse de aquellas estrategias  que favorezcan el aprendizaje a nivel global u holístico – energía, mente/cuerpo y medio- y  programándolas de conformidad con lo establecido en la normativa curricular educativa española vigente (2) y los avances de las neurociencias que tienen implicaciones en el trabajo educativo debido a que el cerebro actúa como un todo complejo, como un sistema: los conocimientos, las actitudes y las emociones están interrelacionados y forman parte de un todo inseparable; puede almacenar una cantidad increíble de conocimientos, pero cómo se ve sometido a perturbaciones, tanto internas –emociones- como externas –conductuales y medioambientales-; es decir, cuando está inquieto, no somos capaces de aprovechar al cien por cien su capacidad, pero todo lo contrario ocurre cuando está en calma.  
e) Un nuevo paradigma educativo:
          Queda claro, por todo lo expuesto, que en los momentos actuales, hemos de ser conscientes de que es necesario establecer un nuevo paradigma educativo encaminado a establecer procesos y   estrategias de enseñanza-aprendizaje para adecuarse a las nuevas exigencias, como se mencionaba antes, que implican una mejor manera de enseñar:” aprender para aprender”, y para lograrlo habrá que tener en cuenta, además de los reseñados, los siguientes contenidos que de alguna manera se encuentran reflejados en la ya citada normativa curricular educativa española vigente:
·     Técnicas para el control emocional – educación emocional- a utilizar para conseguir la mejor forma de empatizar con el alumno como medio para conseguir su motivación positiva. En este sentido, recordemos que el optimismo y el pensamiento positivo ayudan a mejorar la autoestima y la empatía, lo que implicaría tener éxito en cualquier área de la vida. En este sentido, la percepción corporal y de lo que nos pasa fisiológicamente cuando sentimos una emoción es primordial para la gestión de estas y la reducción de su intensidad y efectos en función al bienestar y el aprendizaje exitoso.
·     Conocimiento de sí mismo y autonomía persona, orientado al cuidado personal y la salud: hábitos saludables:
                    -   Alimentación equilibrada.
                    -  Ejercicio físico controlado y supervisado, para el fortalecimiento de la musculatura de sostén y facilitar la movilidad articular para reducir alteraciones producidas en la práctica físico-deportiva.
                    -  Posición postural correcta al estudiar.
                    - Seguir un biorritmo de actividad/descanso y que éste sea un descanso de calidad.
                  - Actitud de tranquilidad en clase para una mejor atención, concentración en el aprendizaje y para favorecer las relaciones con los demás tanto en la propia clase  (profesores, compañeros) como fuera de clase (recreo, familia, amigos), de forma cada vez más equilibrada y satisfactoria, ajustando su conducta a las diferentes situaciones y así poder resolver de manera pacífica situaciones de conflicto, a nivel escolar, familiar y social, evitando el malestar, la enfermedad y los pequeños accidentes.
                    - Actuar con tolerancia y respeto antes las diferencias personales y la diversidad social y cultural, y valorar positivamente esas diferencias. En este sentido,  se podría aportar como una ayuda para evitar: no solo connotaciones tan negativas y que casi siempre se asocian al estudiante, tales como, conductas de anormalidad o marginidad –faltas a clase, los celebres “novillos”, “consumo de drogas”, “adicción a las nuevas tecnologías y redes sociales” – efectos negativos, por ejemplo el "grooming", conductas violentas -acoso escolar o “bullying –“violencia familiar”, etc.
                     - “Las Administraciones educativas incorporarán elementos curriculares y promoverán acciones para la mejora de la convivencia […] la tolerancia, la prudencia, el autocontrol, el diálogo y la empatía […]” citado en el Real Decreto 126/2014 de 28 de febrero por el que se establece el currículo básico de Educación Primaria, en el artículo 10, punto 6.  

La relajación en las aulas ¿Para qué?
          Expuesto lo anterior, ahora es necesario dedicarnos a conocer:
a) Lo relativo a la relajación.
          La relajación, a los efectos del tema que nos ocupa “relajación en las aulas ¿Para qué? la podemos definir como: “un estado o respuesta percibidos positivamente en el que una persona siente alivio de la tensión o del agotamiento” (Sweeney.1978). A este respecto, se llega a decir que el estado de relajación es el medio natural para la reposición de energía, es cuando nuestro organismo se encuentra en equilibrio. También, que la relajación no es más que un estado de conciencia que induce a la calma y que tiene una implicación a nivel mental –favorece la atención, concentración  memoria, motivación y el control emocional-, físico –el metabolismo, función neurohormonal y rítmica de los distintos órganos y potenciar los sistemas defensivos- y  conductual –favorece la relaciones.  Es decir, cuando se recupera el equilibrio energético, se evita el agotamiento -tercera fase del Síndrome de Adaptación o Síndrome de estrés según las investigaciones realizadas el Dr. Hans Selye en 1926, muestran que son 3 fases: fase de alarma, fase de resistencia y fase de agotamiento que es el origen del malestar y/o de la enfermedad-, pudiendo continuar la tarea, en nuestro caso el aprendizaje.
          La relajación es uno de sus contenidos estrella y debemos considerarla en el marco escolar de acuerdo a los cambios que se producen en los paradigmas científico que la fundamentan para llevar a cabo, de una manera global, los contenidos establecidos en la citada normativa curricular educativa española vigente.
      
 b) Lo relativo a las aulas.
             Las aulas es un lugar destinado a las actividades de enseñanza, por ello debe ser un sitio propicio para el aprendizaje de los alumnos. Como espacio físico, hay que cuidar que tenga la luz natural, calefacción, mobiliario adecuado, etc. Como lugar de enseñanza debe tener los medios de enseñanza apropiados, tanto personales -docentes cualificados- e instrumentales -actualizados acordes con las nuevas tecnologías-. Pero, sobre todo, es necesario que sea un lugar de estabilidad, de paz, de atención, de motivación…de armonía, de buena sintonía entre docentes y alumnos y entre los propios alumnos. En este sentido, recordemos que los procesos de aprendizaje son más fructíferos cuando el ambiente del aula resulta agradable, cuando se estimulan y propician emociones positivas (Erk, y otros, 2003)

c) ¿Para qué?
          Con la práctica de la relajación en las aulas, podemos conseguir tres objetivos fundamentales: educar para la salud, desarrollar la inteligencia emocional y mejorar el rendimiento académico.
·     Educar para la salud. La aplicación voluntaria de la relajación, debe ser un proceso que resulte de la comprensión de la importancia que tiene la misma para mantener la energía  en la persona a nivel global; es decir, en la mente, en el cuerpo   y en la conducta con la finalidad de aprender a vivir, dentro y fuera de clase, de una manera saludable en beneficio de uno mismo, de los demás.
·     Desarrollar la inteligencia emocional. Si sabemos relajarnos nos encontraremos más positivos, seguros y sobretodo reforzaremos nuestras emociones, favoreciendo por ello el desarrollo de nuestra inteligencia emocional. A este respecto, recordemos que el cerebro emocional o también llamado sistema límbico, está formado por varias estructuras que se relacionan con respuestas fisiológicas ante estímulos emocionales. Este cerebro está sumamente relacionado con la memoria, las emociones, la atención y el aprendizaje. A este respecto, recordemos,  La relajación además de ser un recurso para apoyar la docencia de cualquier asignatura, proporciona a alumnos y profesores un espacio de intimidad, una oportunidad de profundizar en el autoconocimiento y un excelente recurso para desarrollar la inteligencia emocional” [López González, 2011 p. 25] 
·     Mejorar el rendimiento académico. La correlación entre la relajación en las aulas y los resultados académicos de los alumnos implica que facilita el aprendizaje y les aleja del fracaso escolar al hacer posible su realización, por ello, algunos profesionales de la educación, actualmente, están poniendo en práctica que los alumnos se relajen en clase como ayuda natural y sencilla en su aprendizaje exitoso.
          Considero que con lo expuesto, hay datos suficientes para que ya se pueda, por todos, intercambiar ideas sobre el tema propuesto como título.

Notas aclaratorias
            (1) Para mayor información y conocimiento sobre los beneficios tan positivos que aporta la relajación en las aulas a los alumnos para su aprendizaje y salud –también para los profesores y padres-. Podéis leer, varios documentos que he escrito sobre el tema: con fecha  11 de agosto de 2015 “Relajación para niños” y el otro el día 15 de mayo de 2015 “Aprender para el éxito, no para fracaso: el fracaso escolar” ambos publicados en mi blog www.lasaludyelbiestar.com Así como en mi libro “Lecturas para reflexionar: cómo potenciar tú mente”, de eminente publicación, dedico los capítulos: 12. La relajación: la mejor terapia natural pág.123; 18. Fracaso escolar: una nueva perspectiva pag. 161 y 19. Adaptarse a internet: más vale prevenir  que lamentar”. pág.  168.

          (2) NORMATIVA CURRICULAR EDUCATIVA ESPAÑOLA, Recogida en los Reales Decretos de Mínimos españoles, aparece como sigue       
          - REAL DECRETO 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación primaria. Quedo derogado por Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria Disposición derogatoria única. Derogación normativa. A partir de la total implantación de las modificaciones indicadas en la disposición final primera, quedará derogado el Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria.
En el Real Decreto 126/2014 de 28 de febrero por el que se establece el currículo básico de Educación Primaria, en el artículo 10 que habla de los elementos transversales encontramos en el punto 6 que nos dicen “las Administraciones educativas incorporarán elementos curriculares y promoverán acciones para la mejora de la convivencia […] la tolerancia, la prudencia, el autocontrol, el diálogo y la empatía […]”
          - REAL DECRETO 1631/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria. Derogado  con la excepción de la disposición adicional primera, por la disposición derogatoria única. a) del Real Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre Ref. BOE-A-2015-37, y en su totalidad por la disposición derogatoria única .a) del Real Decreto 562/2017, de 2 de junio. Ref. BOE-A-2017-6250.