RELAJACIÓN PARA NIÑOS |
He creído oportuno, aprovechando un momento en
mis vacaciones, para satisfacer la petición que me ha hecho un compañero y
amigo, como yo abuelo, para que escriba sobre el tema: “la relajación para
niños”. Desde luego, lo hago, de buen grado y me voy a referir, de un modo
concreto a los niños en edad escolar, pues estamos próximos a comenzar el curso
académico.
Dentro del contexto indicado, la
relajación para niños, representa una de las mejores ayudas naturales para
reducir,- digo reducir, conscientemente, aunque alguien me pueda criticar, pues
está claro que, simplemente la motivación, de alguna manera ya genera tensión- cuando
se encuentra a un nivel alto, existe, por tanto, dificultad para controlarla
por nosotros mismos y nos produce efectos negativos, caso de la falta de
atención, concentración, intranquilidad y agotamiento, lo que da como resultado
un cuadro de malestar general, que hace
imposible el desarrollo
de actividad escolar; por ello, se debe aplicar dentro de un contexto
curricular como una estrategia psicopedagógica “in situ”; es decir, en la
propia clase-, con la finalidad controlar la tensión psicofísica, para evitar
el cuadro descrito y, además, en cuanto al nivel conductual, la violencia -"grooming"- y
el acoso escolar -“bullying”-, lo que conllevaría un aumento en el rendimiento
académico y, en muchos casos, ayudaría a superar el fracaso escolar y sus
efectos negativos – para más información ver en mi blog www.la saludyelbienestar,com “Aprender
para el éxito, no para fracaso: el fracaso escolar”-
Todo esto está bien, pero ¿Cómo
llevarlo a la práctica? Tendremos que tener en cuenta una serie de consejos:
- Hay que agrupar a los niños por edad. Por
ejemplo: Con niños de 2 a 6 años la relajación se
conseguirá realizando juegos que comiencen a diferenciar los distintos estados
emocionales y sepan cuando se encuentran nerviosos y cuando tranquilos. Desde
los 7 años, es conveniente introducir técnicas de relajación estructuradas. Se
pueden utilizar los tipos de técnicas siguientes: Una activa centrada en la
tensión-relajación; otra pasiva o autógena centrada en la percepción de
sensaciones de calor, pesadez, sensaciones de tranquilidad y confianza en uno
mismo y concentración en la respiración y, otra bioenergética para equilibrar
la energía y hacer posible encontrarse con vitalidad –fuerza o energía- para
estudiar.
- Explicarles
para que sirve la relajación y cuáles son sus beneficios. Está claro que la
relajación siempre va a producir beneficios positivos: Disminuir
la tensión psicofísica y conductual. Potenciar las facultades mentales –
memoria, entendimiento, voluntad-, atención, concentración y autoestima, así
como las relaciones interpersonales –académicas, familiares y sociales-.
Posibilita el
equilibrio energético. Por todo ello, no solo
facilita el aprendizaje, sino también poder vivir en un estado de bienestar y
salud.