lunes, 16 de mayo de 2016

LA BIOENERGÉTICA Y SU APLICABILIDAD PARA EL RENDIMIENTO EXITOSO EN LA ORGANIZACIÓN EMPRESARIAL


  ENTREVISTA REALIZADA AL PROF. CASTRO


         Dentro del campo de la “energía humana” vamos a referirnos a su aplicabilidad, como factor positivo para el rendimiento exitoso en la  organización empresarial. Este tema, es tratado por el Prof. Castro, en su trabajo titulado: “Bioenergética: la energía del éxito en la organización empresarial” y que recoge, en  su ponencia: “Entrenamiento mental para la mejora del rendimiento”.
      Desde luego, el tema tratado y en el contexto en que se hace, es realmente  muy “novedoso” en el área del neuromarketing. En este sentido, recogemos, por su importancia, la entrevista que se le realizó.

P.- Prof. Castro, nos podría indicar, cual ha sido el motivo que le ha llevado a realizar este trabajo “Bioenergética: la energía del éxito en la organización empresarial”
R.- Si me lo permites, comenzaré recordando, al célebre físico Albert Einstein –al que mencionaré a lo largo de la entrevista- que  sugirió: “no podemos resolver nuestros problemas con los mismos modelos de pensamiento con los que los creamos”; y añadió: “Todo pensamiento es energía”. Entonces, ¿cómo usar la energía del pensamiento para el bien de un proyecto? Esto significa que la manera cómo pensamos hoy es parte del problema.
P.- Pero, Prof. Castro, me puede indicar ¿Cómo se puede poner en marcha lo expuesto, como estrategia para el éxito en la organización empresarial?, pues, como deja ver en su trabajo, parece una cosa muy natural y sencilla de aplicar.
R.- Fíjese bien, la problemática que, en la actualidad, tienen planteada la mayoría de las empresas para conseguir el éxito, va más allá de las estrategias de marketing, de las directrices, de la normas, de los instrumentos materiales y personales, reside, sencillamente en el neuromarketing. Prestemos atención, como dice Einstein, en los modelos de pensamientos, pero sobre todo a que todo pensamiento es energía. Entonces, ¿Sería posible aplicar estrategias en este sentido para mejorar el funcionamiento de una organización empresarial? La respuesta es SI es posible. En este caso, cabria hacerse otra pregunta ¿Cuál es la causa para que no sean aplicadas? En los manuales sobre planificación, desarrollo y marketing empresarial consultados, no aparecen estrategias sobre dicha cuestión, pero sí, desde hace bastante tiempo, el estudio del ser humano, como ser vivo y su proceso salud/enfermedad, sirve como ejemplo para el funcionamiento de una empresa.
        En los últimos 30 años, los pensadores de management han llegado a aceptar que las organizaciones no son máquinas sino algo así como seres vivientes, y por lo tanto, impredecibles, ingobernables, auto-organizadas y hasta sensibles. Con muchas similitudes y con canales vitales de comunicación (Art Kleiner, director de strategy+ business y autor de The Age of Heretis). Incluso, se lleva estudiando, el factor humano y su influencia en la organización empresarial como factor relevante para el buen funcionamiento de la empresa; no obstante, persiste el concepto erróneo de que si uno practica físicamente -ejemplo, cuando se dice a un deportista: “hacer ejercicio físico es suficiente para conseguir el rendimiento”-, se olvida, sin razón aparente, el tema expuesto por Einstein ¿cómo usar la energía del pensamiento para el bien de un proyecto?
       En la actualidad  se estudia, dada la importancia que ha cobrado el factor humano desde el punto de vista de ser, como ya se ha dicho anteriormente, un factor importante para el funcionamiento de la empresa, y considerado como un elemento productivo, su comportamiento a nivel individual y relacional con el grupo y, en este sentido, su rendimiento en la organización empresarial. A este respecto, se puede definir el factor humano como un fenómeno multidimensional sujeto a la influencia de una infinidad de variables: Unas internas o propias de cada trabajador –características energéticas y psicofísicas-; es decir, sentirse con energías para motivarse, aprender, emocionarse, percibir actitudes, valores y conductas de los demás, etc- y externas propias del entorno empresarial -presiones del jefe, influencias de los compañeros de trabajo, cambios en la tecnología utilizada por la organización, las demandas y presiones de la familia, los  programas  de  entrenamientodesarrollo empleados por la organización, las condiciones ambientales, etc-.
       Todo ello, sirve de base para demostrar que, no es solo el ejercicio físico, como ya se indico, se necesita capacidad mental o “energía del pensamiento”, para llevarlo a la práctica.
P.- Prof. Castro, lo que nos relata es interesantísimo, pero es necesario que le pregunte ¿Por qué este tema de la energía humana no se ha tenido en cuenta, cuando, como dice, ya se lleva estudiando hace tiempo el “factor humano y su influencia en la organización empresarial?
R.- Sencillamente, cuando se toca algún tema que se relacione con la energía y el ser humano, en cualquier disciplina, caso de la medicina, al estudiar el proceso de salud/enfermedad y sobre todo, en el tema sobre la organización empresarial, parece que lo hacemos sobre un tema “oculto, mágico o milagroso”, pero no desde el prisma de lo que es lo fundamental, para que el ser humano, pueda vivir, relacionarse y actuar como persona y como trabajador, de una manera saludable y con un  rendimiento exitoso en cualquier plano en que lleve a cabo su tarea. A lo mejor, habría que retomar con relación al ser humano que:
· Es un ser “energético”, la energía es el elemento constitutivo de su propia naturaleza e imprescindible para vivir, desarrollarse, actuar y relacionarse con su entorno familiar, social, educativo, laboral y medioambiental y lo tiene que hacer de una manera equilibrada, armónica y en sintonia con las manifestaciones energéticas que emanan de su entorno y con las que se interrelaciona para adaptarse.
·  Está configurado por dos abstracciones energéticas, la mente –parte inmaterial- y el  cuerpo –parte material-  Dentro de esta parte material esta el cerebro y la relación se inicia, en función mente-cerebro. La relación entre la mente y el cerebro ha desquiciado a su vez la mente de muchos filósofos, físicos, neurólogos y neurofisiologos. Descartes trastornó nuestras categorías de pensamiento cuando postuló que existían sólo dos sustancias, la res cogitans (la mente) y la res extensa (el cuerpo) y así la relación entre ellas se hizo problemática. Varios paradigmas se han utilizado para tratar de explicar la relación mente-cerebro–. Pero más aún es necesario que esa relación sea ampliada con un matiz global –energía-mente-cuerpo-pues así se relata en el paradigma “psicosomático” y “psiconeuroinmunologico”-.
·  A través del conocimiento científico, nos ha llevado a aplicar algunos conceptos de la termodinámica, la cibernética y la teoría de la información para analizar esta compleja asociación e intentar dar una respuesta. Así, lo consideran como: el cerebro-hardware y la mente-software; todas ven el cerebro como una máquina en los términos de mecánica clásica. Con esta relación se muestra que los organismos biológicos cuando están vivos, estan activos a nivel global, porque tienen energía –“energía vital”-; pero a la vez, son sistemas abiertos que interaccionan con sus semejantes, su entorno medio ambiental y social a través de un intercambio constante de materia y energía –“energía manifestada, tanto de tipo mental (pensamiento) como de tipo corporal (conducta) con la finalidad de adaptarse, en nuestro caso a su actividad laboral.
·   La energía configura su propia naturaleza y es necesaria para vivir, llevar a cabo todos sus procesos mentales, físicos, relacionales, educativos y laborales. Esto es lógico, pues si no tiene energía, no puede actuar, está sano, lo contrario es que está enfermo. Queda, claro, que cuando se tiene energía se puede vivir, pero para actuar, en nuestro caso trabajar, se requiere que la energía se encuentre en  su nivel óptimo. De alguna manera, al referirnos a la energía humana o bioenergía, se hace referencia a su estado de salud/enfermedad y a su rendimiento.
·  “Todo pensamiento es energía”, según lo indicado por Einstein, que además nos  dejo la conclusión de que la materia y la energía son diferentes formas de una misma cosa, desarrollando la ecuación E = mc2.
        A este respecto, volvamos a retomar si “el pensamiento es energía”, también es  un generador de emociones, que son energía –positivas o negativas según que lo sentido sea algo agradable o desagradable, respectivamente y por consiguiente rindamos o no- Esto nos indica que si existe algún motivo que produzca una emoción negativa, tendremos muy claro que hay que aplicar la estrategia mental adecuada para hacerla frente de la manera más exitosa. En el caso de las positivas fortalecerlas. En cualquier caso, el resultado resultante será que tanto el pensamiento como la emoción puedan llevar a la motivación para que la actividad a realizar tenga un rendimiento eficaz y positivo para uno mismo, para el grupo y para la organización empresarial.   
        Así pues, queda claro que el pensamiento, la emoción y la conducta son tres aspectos que están en íntima relación y bajo el control de cada uno, gracias a la energía; y lo están de tal manera  que un cambio en alguno de ellos producirá alguna modificación en los otros dos.
       Por tato, el rendimiento va vinculado al coeficiente de optimismo; es decir, se define como un estado psicológico –mental- positivo caracterizado por altos niveles de energía y vigor, dedicación y entusiasmo por el trabajo, así como total absorción y concentración en la actividad laboral (Salanova y Schaufeli, 2004); de alguna manera, se pueda disfrutar con el trabajo, es lo que se conoce como “engagemento vinculación psicológica con el trabajo, surge como un constructo positivo totalmente antagónico al de Burnout (Salanova y Schaufeli, 2009). Los trabajadores que se sienten realizados con su trabajo, es decir, aquellos que experimentan “engagement”, manifiestan un sentimiento de unión con la organización enérgico y efectivo. En cambio, los trabajadores que experimentan “burnout”, perciben su trabajo como estresante y demandante, en contraposición al sentimiento retador y de diversión hacia la consecución de los objetivos laborales que sienten los sujetos “engaged” (Salanova y Schaufeli, 2009).
     Se fracasa en la vida por golpes emocionales, no racionales. Estadísticamente las personas optimistas y  positivas rinden entre el 65 y el 100% más  que las pesimistas y sufren menos enfermedades y por consiguiente, tienen un rendimiento equilibrado.
P.- Prof. Castro, nos sigue intrigando con sus respuestas, pero quisiera que me explicase, ¿qué ha querido decir cuando indica “una manera equilibrada, armónica y en sintonía"
R.- Quiero decir, sin perder el nexo de unión y realizado “en onda o sintonía”, con el mismo ritmo o frecuencia. Con ello, estoy, de alguna manera se haciendo referencia al proceso de interrelación energética o comunicación interpersonal, que comienza a nivel interno entre la mente, el cuerpo y se proyecta al exterior a través de la conducta, gracias a la energía que  se posee y que se proyecta para sintonizar con los demás y con su medio externo a nivel grupal y organizacional. Cualquier variación en alguno de ellos, afecta al resto, de aquí el repetir “una manera equilibrada, armónica y en sintonía”
P.- Prof. Castro, en los entornos laborales, entonces lo importante ¿es tener energía, equilibrio relacional y buena armonía para que el rendimiento sea un éxito?
R.- Si, es cierto, que los entornos laborales necesitan de cierta armonía y equilibrio emocional-relacional, es decir, comunicativo, para funcionar a pleno y de una manera eficaz. Esto se logra, cuando los empleados gozan de buena salud –encontrarse a “nivel óptimo de energía”-y así podrá comunicarse bien y desempeñar satisfactoriamente sus tareas a favor de un rendimiento positivo.
      En las empresas los problemas de salud originados por la “pérdida de energía o agotamiento” -tercera fase del estrés- se deben, generalmente, a  las presiones por la complejidad de la tarea a realizar¸ por las obligaciones y por conflictos relacionales –caso de el “vampiro emocional” o “persona tóxica” - Según Javier Tovar, consultor talent management de bpi group, “aunque todas las personas influimos en las emociones de quienes nos rodean por mero contacto y cercanía, lo que diferencia a los vampiros emocionales del resto es su carácter manipulador y su facilidad para influir en los demás sin apenas notarse”-, parecen multiplicarse, ocasionando lo que se conoce comosíndrome burnout o estar quemado” y que conlleva; a menudo pérdidas considerables de actividad y rendimiento, y, por otro, el “absentismo laboral por enfermedad”. Luego, la realidad nos muestra que la falta de energía o agotamiento -tercera fase del estrés- es sinónimo de “no tener fuerzas para seguir la actividad” lo que influye muy negativamente en el propio trabajador y en su rendimiento¸ afectando al grupo y en la propia organización empresarial de una manera negativa.
P.- Prof. Castro, parece que todo va encajando en la problemática que presenta la organización empresarial, pero, le pregunto ¿Cómo dar una solución a los factores que han sido afectados y que influyen de manera negativa en el rendimiento a nivel del trabajador, del grupo y de la propia organización empresarial?
R.- El Prof. Roberto Franchi. Licenciado en Psicología  en UBA y Profesor del Área de Recursos Humanos de la Escuela de Negocios de la Universidad de Palermo, expresa: No hay duda, cuando una compañía logra que la energía de su gente expresada, en sus distintas formas (inteligencia, creatividad, conocimientos, competencias, compromiso) pueda alinearse en el mismo sentido, como los remeros de un bote de remos, sus posibilidades de alcanzar los resultados deseados aumenta muy positivamente”. Por consecuencia, toda empresa debe tener estrategias con las que se puedan aplicar medidas adecuadas para conseguirlo. En este sentido, citaremos  algunas de ellas:
·     Hablar con  los trabajadores
·     Reorganizar el trabajo
·     Felicitar a los trabajadores por el trabajo bien hecho y por el rendimiento y los éxitos conseguidos- No obstante, la realidad es que surge una necesidad de estrategias que favorezcan establecer un buen clima en los ambientes de trabajo, pues no se refleja solamente con “buenas intenciones” que, en algunos casos, crean falsas expectativas para el rendimiento. Las “buenas intenciones”, a veces,  producen un mal entendimiento, que es muy negativo, dando lugar a un fallo en la comunicación porque, de alguna manera, se esfuerza al trabajador, a seguir la actividad, lo que conlleva un esfuerzo mayor y, con ello, mayor consumo de energía, dando como resultado el agotamiento y sus efectos negativos es lo que se conoce como somatización emocional, caso de la gripe, dolor de cabeza,  dolor articular, fiebre, malestar general, irritabilidad, pasividad, ansiedad, falta de atención, insomnio, etc. En este sentido, indica el profesor Fernández  Muñoz, A: numerosos directivos muestran una lamentable carencia en este terreno: no saben cómo motivar a sus colaboradores. Incluso algunos son verdaderos expertos en desmotivarlos” -Ángel Fernández Muñoz, Licenciado en Psicología, Licenciado en Pedagogía y Máster en Dirección de Recursos Humanos. Desarrolla su tarea docente desde 1988 en el Centro de Estudios Financieros-
P.- Prof. Castro, le pregunto, puede informarnos sobre ¿Cómo se puede aprender a conseguir la estrategia para aplicar esas medidas adecuadas?
R.- Por supuesto que sí. Pero, de acuerdo con la problemática planteada, para aprender a aplicar las estrategias adecuadas, lo primero que se ha de hacer es reflexionar si son, efectivamente las adecuadas para poner remedio a lo que ocurre y frenar el bajo rendimiento que se está dando y, además si  van a ser rentables -Los estudios llevados a efecto, demuestran que por cada Euro que se invierte en formación empresarial no relacionado con habilidades específicas (por ejemplo, cursos de dinámica de grupo, entrenamiento mental, relajación, etc.) el retorno sobre dicha inversión es de 30 Euros-. Dicha formación tienen que ir dirigidas al propio empleado, al grupo y a la organización empresarial. Su enfoque tiene que ser global u holístico para lograr, como dice el Prof. Franchi, que la energía de la gente expresada, en sus distintas formas (inteligencia, creatividad, conocimientos, competencias, compromiso) pueda alinearse en el mismo sentido para alcanzar los resultados deseados un rendimiento exitoso. Más aún, si seguimos a Einstein, diremos que lo importante es “saber usar la energía del pensamiento para el bien de un proyecto”. En este sentido, hemos de recalcar que supone aplicar estrategias mentales de ayuda, para alcanzar el mayor rendimiento con el mínimo esfuerzo. Esto supone que la administración de recursos humanos, aparte de que sea un proceso administrativo, debe tener un contenido relacional con los empleados a cualquier nivel –empleado-trabajador y ejecutivos-, que sirva para alcanzar el acrecentamiento –autoestima y conservación de la salud-, controlar sus conocimientos, esfuerzos, y experiencias, así, como sus las habilidades, etc. para que el desempeño de su actividad laboral quede reflejada en un rendimiento exitoso y sirva para cubrir sus propias necesidades y las de la organización empresarial; es decir del éxito de  la empresa.
        Para finalizar recuerda el Prof. Castro, que si se estás interesado en el tema puedes contactar con él a través de su e-mail: profesorcastro9@gmail.com







       



jueves, 12 de mayo de 2016

ESPIRITUALIDAD Y SALUD. Breve reseña



   Introducción al tema.

           El ser humano, es una totalidad bio-psico-social y en la que se ha de tener en cuenta la espiritualidad, no solo cuando está viviendo de una manera saludable, es decir con salud, sino también cuando lo deja de estar porque se encuentra enfermo. Tanto en una situación u otra, la ayuda que se le preste por profesionales de la salud, tiene que tener un matiz global u holístico, pero, en la práctica médica habitual solo se aplica, en los supuesto, parece ser de “cuidados paliativos” –para algunos solo emplear para enfermos desahuciados; sin embargo, para otros deben de empezar en el momento del diagnóstico y al mismo tiempo que el tratamiento-
          Planteada la cuestión en estos términos y, para aclarar dudas, debemos conocer que son los “cuidados paliativos y que persiguen”. Los cuidados paliativos previenen o tratan los síntomas y efectos secundarios de la enfermedad y los tratamientos;  también se tratan problemas emocionales, sociales, prácticos y espirituales que la enfermedad plantea. En este sentido, el objetivo de los cuidados paliativos es ayudar a nivel global a los pacientes con una enfermedad grave, incurable o rara, a sentirse mejor. De alguna manera, se nos muestra que los cuidados paliativos, se pueden recibir  desde que se diagnostica la enfermedad, durante todo el tratamiento, durante el control y, también al final de la vida, pues son los que verdaderamente tienen ese carácter de globalidad.
Antes de que existieran los remedios caseros, herbolarios, la medicina y los hospitales, existía la espiritualidad, presentada por la fe en el todopoderoso o Dios. La espiritualidad siem­pre ha existido; de ello, hay evidencias –según lo demuestran los vestigios dejados por culturas anteriores-, como de su im­portancia en la búsqueda de nuestro equilibrio para vivir en un estado de salud y bienestar. Pero parece que, por el motivo que sea –puede ser el mercantilismo y el criterio biomédico-, ha estado olvidada hasta los momentos presentes y ello, puede ser debido:
 -       La existencia de muchos paradigmas y desinformación sobre la salud y esto es más notorio al hablar de salud integral. A este respecto, recordemos que los estudios científicos suelen profundizar en campos específicos dentro de una misma disciplina o especialidad y pocas veces sobre la globalidad de la que forman parte, pues no somos partes, somos una unidad entera.
-     Las diferentes religiones, creencias, doctrinas y teorías existentes, influyen para evitar estudiar la salud del hombre de mane­ra integral, negando particularmente la existencia de una parte espiritual en nuestro ser.
-       Que ni el profesional de la salud, ha sido, con carácter general, formado para comprender la relación entre la salud y la espiritualidad, ni sus efectos en el organismo, aunque exista amplia gama de estudios clínicos que así lo demuestran e, incluso, su mecanismo de acción, ejemplo, en el cáncer. A este respecto, hay que resaltar, que lo más positivo en la relación médico-paciente, es proporcionar al paciente la mejor atención e información posible a nivel global para que, en este sentido, sea parte activa no pasiva en el cuidado y tratamiento de su enfermedad. Pero, ¿Y por qué no de su salud?, pues “prevenir es mejor que curar”.
No obstante, gracias al trabajo realizado, al llevarse a cabo una revisión bibliográfica, acerca del papel que la espiritualidad tiene sobre la salud, se evidenció que el paciente no solo siente el deseo de acercamiento a la espiritualidad para encontrar la salud, en aquellos casos en que percibe que su enfermedad no tiene cura o que se encuentra próximo a morir, también desde el comienzo y a lo largo de su proceso de enfermedad, así queda reflejado en los innumerables trabajos de investigaciones clínicas llevadas al efecto. La conclusión a la que se llego en todos ellos, es que la espiritualidad puede convertirse en una poderosa fuente de energía que capacita al individuo a hacer cambios positivos en su estilo de vida y a tomar conciencia de que sus creencias, actitudes y comportamientos. Es decir, crea un  ”nexo sutil de unión de tipo energético” a nivel espiritual que parece ser se transforma en actitud mental positiva que ayuda de una manera natural y positiva a que un paciente se sienta mejor, mejore la salud y con ello, el bienestar suyo y de los familiares que lo atiende
      El reconocimiento de la importancia de la espiritualidad, aunque sea brevemente durante el diagnóstico, puede facilitar una mejor adaptación en el curso del tratamiento y propicia un contexto para un diálogo más enriquecido más adelante durante la enfermedad. Así lo confirma, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en año 1946 adopto la definición de “salud” como ‘estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedad” -La defi­nición no ha sido modificada desde entonces. Se debe considerar esta nueva definición de salud como “la salud integral” entendida como el esta­do de bienestar ideal, en cuerpo y mente –para unos alma, para otros psique-. Completada,  por la propia OMS, al dar la definición de “cuidados paliativos”, añadiendo a la dimensión bio-psico-social, la espiritual. Es por ello, que desde hace algunos años, se están formulando y analizando, no solo en el extranjero, también en España, nuevas maneras de evaluar y dar respuesta a través de los cuidados paliativos, a las inquietudes espirituales y religiosas como parte del  tratamiento y atención a la calidad de vida de los seres humanos. Por tanto, representa, un paradigma más acorde con la perspectiva de que el  ser humano, es una totalidad viva, energética y relacional, en la que se ha de tener en cuenta lo bio-psico-social y la espiritualidad, no solo cuando esta con salud, sino también cuando está enfermo.
     Los lectores interesados en el tema pueden ampliar contenidos e intercambiar opiniones, al dejar un comentario.