lunes, 8 de julio de 2013

¿NUESTRO ORGANISMO FUNCIONA COMO UN RELOJ? ¿A TRAVÉS DE ÉL PODEMOS CONTROLAR NUESTRA DIETA Y PESO?



       En infinidad de ocasiones hemos preguntando ¿Cómo estás? Y nos han contestado: ¡Estoy como un reloj?. Esta respuesta tan sencilla encierra un buen mensaje:
 "estoy como un reloj implica que el organismo funciona con ritmo, tal como un reloj. Funcionar como un reloj, implica movimiento, ritmo, pero aún más nos da idea de energía, de sentirse bien, en armonía, con salud y bienestar".

    Las raíces de los conocimientos sobre los biorritmos los encontramos en la remota antigüedad. Hasta nuestro tiempo han llegado los tratados de Hipócrates y Avicena, en los cuales era concedido un valor importante al modo de vida saludable basado en la alternancia correcta de las fases de actividad y descanso. El fundador de la escuela moderna de estudio de los ritmos biológicos es el profesor Franz Halberg. Una significante contribución al estudio de los biorritmos fue aportada por los científicos rusos: I.M. Séchenov, el V.I. Vernadsky, I.P. Pavlov, quien contaba que «en la vida de la persona no existe nada más imperioso que el ritmo».

    Es conocido que los cambios periódicos son propios no sólo del organismo humano, sino también del medio ambiente. Todos los seres vivos en la Tierra, desde las plantas hasta los mamíferos superiores, se someten a los ritmos biológicos, que dependen de los cambios rítmicos en el medio exterior (el día – luz-, la noche –oscuridad-, los ritmos semanales, mensuales, anuales­ –estaciones: primavera, verano, otoño e invierno-  las fluctuaciones del campo electromagnético de la Tierra, etc.).

 En la actualidad es la Cronobiología, como ciencia, estudia las condiciones de surgimiento, la naturaleza, las regularidades y el significado de los ritmos biológicos,  (así como también la interrelación entre los biorritmos, la salud y el bienestar de la persona. Más aún, no solo se dedica a estos aspectos, sino también alcanza su estudio a las posibilidades intelectuales y hasta el humor de la persona, pues queda demostrado que se cambia cíclicamente según la hora del día. 

EL RELOJ BIOLÓGICO
    Según esta teoría, durante el día nuestro cuerpo se dedica a la actividad (gasto de energía) y por la noche a descansar, con el sueño si es reparador (recargar la energía perdida); hace referencia al ritmo circadiano- circadiano-regulado por la glándula pineal. Es por esto que se establecen unos momentos, al levantarnos de la cama, por la mañana, si nuestro descanso ha sido regenerador, el cuerpo se activa, y tiene más energía, al mediodía y parte de la tarde comienza a decaer, llegando a ser por la noche mínima.

    Esta ciencia, la Cronobiología, demuestra que los ritmos del cuerpo  (ritmo respiratorio, cardíaco, hormonal, digestivo, alimentación..) están controlados y regulados por nuestro cerebro -glándula pineal-. Desde  la glándula pineal, se conforman,  no solo los procesos pisicofísicos, también   los   conductuales para llevarse a cabo nuestra adaptación, en el ritmo de veinticuatro horas, de una manera equilibrada y saludable.

¿A través de él podemos controlar nuestra dieta y peso?
     Pero lo más interesante es lo fundamental que resulta la Cronobiología a la hora de controlar nuestra  alimentación, nuestro peso y mantenernos.
  En el periodo, de veinticuatro horas, es cuando el organismo va a liberar las hormonas necesarias para realizar las funciones esenciales cotidianas. Por este motivo es necesario que adaptemos nuestros hábitos a estos momentos del día para así conseguir mantener la línea y coincidir con las horas en las que más energía consumimos para adaptar nuestros hábitos alimenticios. En este sentido es conveniente reseñar que alimentarse no es sinónimo de nutrirse. Es, por ello, importante saber el tipo de alimentos debemos ingerir en cada momento del día para cubrir las necesidades que tiene el organismo en ese preciso instante y así conseguir la máxima optimización de esos nutrientes, evitando que se acumulen en el organismo. Por ejemplo:
  • A primera hora del día es esencial ingerir alimentos que nos ayuden a aumentar la producción de tirosina, que nos permitirá la activación física e intelectual. Los alimentos que nos pueden ayudar son los alimentos proteico.  lácteos, arroz  maíz, cereales, pescados, legumbres…
  • Por la tarde debemos consumir alimentos que contengan altas dosis de triptófano que promueven la relajación del organismo. Los alimentos que lo contienen son el pavo, los pescados, los lácteos desnatados, el plátano,  los huevos,  y los cereales integrales.
    Desde luego,  la Cronobiología lo que busca es la dieta perfecta, en cada momento del dia, para nuestra forma de vida, y por ello es una manera de actuar de tipo de  natural que tiene un grado de efectividad alto y que nos ayudará a mejorar no solo nuestro estado físico, sino también emocional, ya que dotamos al cuerpo de lo que necesita cuando lo necesita.

    Pero, en la sociedad moderna los ritmos biológicos no se correspondan con el ciclo real diario (porque nuestra actividad vital prácticamente nunca coincide con el día real de luz), lo cual conlleva a la disonancia del trabajo de los diferentes órganos y los sistemas. De este modo, la civilización destruye inevitablemente nuestro ritmo natural biológico, que de una manera irremediable nos lleva a un grado de tensión que es la causa del desorden adaptativo en nuestra dieta y peso, y  que en muchas ocasiones nos lleva a la obesidad lo que hace  sentirnos en malestar o enfermos.






















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