Persona "agotada" |
Por
lo expuesto, hay que utilizar un nuevo paradigma “biopsicosocial” que integra
los factores físicos, emocionales, sociales y que se ven reflejados, por tanto,
en su proceso salud/enfermedad a nivel individual y social; más en concordancia
con la definición de salud dada por la Organización Mundial de la salud (OMS)
en 1948: “ Un estado de completo bienestar físico, mental y social y no
solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Mientras
tanto, lo mejor que podemos hacer, es comprender que no estamos preparados para
vivir situaciones de crisis, pues en ningún momento se nos ha enseñado a gestionar las emociones; luego, nuestro
aprendizaje ha sido un mal aprendizaje, incluso para nuestra salud global. Esto
implica, que ha sido deficiente o no ha existido por los resultados obtenidos
tan negativos pues nos ha hecho dependientes en el sentido de:
· Creer que nosotros no somos responsables de
nuestra salud, son los profesionales de la salud, según el paradigma
“biológico”, vigente en esta área.
· Luego, sino somos los responsables, por qué
tenemos que cuidarla; no obstante nos preocupamos de nuestra salud cuando la
perdemos.
· Hemos pasado a ser la parte pasiva en nuestro
proceso de salud/enfermedad. Desde luego, si fuésemos la parte activa, por lo
menos hubiésemos escuchado y practicando hábitos saludables, con lo que se
estaría dando un paso importante para cuidar nuestra salud a lo largo de
nuestra vida. En este sentido, recordemos aquello que dice: “Mas vale prevenir
que curar” o “mente sana en cuerpo sano”
· En la mayoría de los casos, tampoco se resalta
que:
-
Las
emociones están directamente
relacionadas a nuestra supervivencia, por lo que son parte imprescindible de
nuestra vida. Pero que si son positivas nos ayudan a adaptarnos a nuestro
entorno de una manera positiva y saludable; mientras que si son negativas
ocurre todo lo contrario. Queda claro,
que afectan a nuestra y bienestar de una manera positiva o negativa, respectivamente.
- La energía es tomada como un principio
evidente de por sí, propio de la naturaleza existe; al referirnos a la persona como ser humano vivo, es un “ser
energético”, pues el elemento fundamental, por tanto, de su propia naturaleza,
“energía vital”. Recordemos que ya en la época Griega, el médico Hipócrates
(400 a. C, isla de Cos), reconocido como padre de la medicina, la “energía
vital” la identificaba con “pneuma” (palabra griega que inicialmente
significa "aliento de
vida", "respiración", "espíritu", "alma",
“psique”,
algo inmaterial, para diferenciarla de lo material o "cuerpo" ( “soma” en griego), e intuía
que era el enlace entre cuerpo y la mente-, lo que es de extraordinaria
importancia para el conocimiento del ser humano, de su vida, y de su proceso salud/enfermedad.
En la actualidad, dentro de la ciencia médica, a través del movimiento
psicosomático, en la actualidad psiconeuroinmunología, se considera al ser
humano, como una unidad, un ser vivo, configurada por dos abstracciones, la mente
y el cuerpo, en íntima relación y armonía, lo que demuestra que los procesos
mentales influyen, positiva o negativamente sobre los procesos del cuerpo y a
la inversa. Recordar, a este respecto que la materia es energía con forma y que
ambos conceptos energía y materia son dos perspectivas de de contemplar la
naturaleza, en nuestro caso del Ser Humano, la Persona; es decir, cuando es
visible materia con forma y figura (eje. El cuerpo humano) y cuando no es
visible, es inmaterial , sin forma (eje. La mente-Psiqui- humana).
-
Además, está configurado por dos
abstracciones: La mente (Psiqui) y el cuerpo (soma), cada una de las cuales
conllevan realización de ciertos procesos, que necesitan energía, así como
cuando tiene que realizar una conducta y actividad que requiere, esfuerzo y,
por tanto, gasto de energía.
- Por
el contrario lo que si se ha resaltado, ha
sido a estar pendientes de las noticias, que, desde hace bastante tiempo,
aparecen a diario en los medios de comunicación de masas -prensa, televisión, radio, e internet
–páginas web especializadas- que tienen como protagonista a la situación de
crisis que vivimos por pandemia viral Covid-19, tanto a nivel individual como
colectivo. Ello, nos ha llevado a sentirnos afectados, en mayor o menor medida,
por sus consecuencias tan negativas, sobre nuestra salud y calidad de vida, a
nivel individual y social, que ha llevado a muchas personas que estén sufriendo
una crisis emocional.
- Por
ello, sería de gran ayuda facilitar, las estrategias necesarias con las superar
la crisis emocional para que las personas que la sufren puedan, en el menor
tiempo posible, de una manera sencilla, natural ayudarse a superarla. Ahora
bien, para lograrlo, lo primero que se debe hacer es facilitar la información
necesaria sobre los contenidos de dichas estrategias, en un lenguaje claro y
sencillo, para que se puedan llevar a la práctica, sin dificultad. Pero, para
que eso sea posible, es necesario dar a conocer conceptos que nos harán reflexionar sobre este tema tan
complejo, que se recoge bajo el concepto “crisis emocional”. Dichos conceptos
son:
· A qué llamamos crisis. Es frecuente asociar la idea de crisis con dificultad, riesgo y peligro...En este sentido, el concepto de crisis aplicado al Ser Humano, a la Persona, tiene el significado emocional negativo, pues en un momento concreto de su vida, se tiene que enfrentar, de manera impostergable, una situación de conflicto de diversa etiología (muerte de un ser querido, separación de la pareja, pérdida del empleo, no superar una prueba de examen, de oposición, competición física; así como violencia física o psíquica, o, por el contrario, nacimiento de un hijo, ser agraciado con un premio extraordinario de lotería o de estar viviendo los efectos negativos que a todos los niveles esta produciendo la pandemia producida por el covid-19, como ocurre en la actualidad, etc.), que le va afectar emocionalmente de una manera muy negativa.
· A qué llamamos crisis emocional. A un estado temporal en el que nos
vemos desbordados a nivel mental a la hora de afrontar una situación de crisis.
· La crisis
emocional cuándo se produce. La crisis emocional se produce cuando
percibimos que las estrategias mentales que utilizamos para afrontarla no
son suficientes, por lo que experimentamos insatisfacción y no somos
capaces de adaptarnos adecuadamente a la situación que vivimos. Sin embargo, es
necesario destacar que no todas las personas afrontan la crisis de la misma manera, hay
diferencias individuales. Una persona es más propensa a sufrir una crisis
emocional cuando tiene déficit de ciertas habilidades mentales para afrontarla
y, por tanto, tampoco lo hará con el mismo éxito.
· Al utilizar paradigma “biopsicosocial” podemos
distinguir dos grupos de factores: los bio o físicos, psico o mentales y sociales o
externos que intervienen en esa peculiar interrelación entre la persona y la
sociedad en que vive que le lleva al malestar. Dichos factores son:
a) Factores internos. Son los que cada uno tiene y de
los que van a dependen la conducta adaptativa a las exigencias externas del
entorno. En este sentido, existe la variable de cada persona para que, a nivel
mental, pueda sentir e interpretar la vivencia emocional del evento para
responder dando una respuesta adecuada. Así, mientras unas personas son
optimistas y se sienten “esperanzados”, conseguirán hacer frente y conseguir el
éxito; otras personas pesimistas, por el contrario, están “desesperanzados” y en
esta circunstancia, no pueden dar la respuesta adecuada, a dichas exigencias, y
se ven obligados ha realizar, para conseguirlo, un
sobreesfuerzo, que en muchas ocasiones les hace sentirse “agotados”, expresando,
“me siento sin fuerzas ni energía para seguir”.
b) Factores externos. Son los factores que comprenden
las circunstancias y acontecimientos del entorno que exigen un esfuerzo
inhabitual del organismo para adaptarse a ellos.
Ahora bien, con lo expuesto, en este apartado, es necesario destacar que cuando hablamos de “esfuerzo inhabitual” es un “sobresfuerzo” que para poderlo ejecutar, se necesita que la Persona que lo realiza, esté vivo, con vigor y tenga la “energía necesaria”. No obstante, y por la razón que fuese, no es destacado con claridad, en todos y cada uno de documentos consultados sobre el tema que da título a este documento. Más aún ni aparece que la “energía”, es el elemento fundamental en la naturaleza humana sin el cual no puede vivir, ni se pueden realizar ningún proceso mental, físico y conductual, ni llevar a cabo actividad y esfuerzo, pero, en el caso que se la tenga no es la suficiente para comunicarse con los demás, con su entorno y menos de hacer esfuerzo alguno, para enfrentarse a la crisis y superar su efectos negativos, lo más saludablemente posible.
Todo lo
reseñado hasta ahora, nos llevaría a preguntarnos ¿Pero que relación hay entre
la “energía”, la crisis emocional y como superarla? Parte de la respuesta
comienza con lo que se ha apuntado anteriormente y lo vamos a seguir retomando
el apartado a) de la parte primera: “… Así, mientras unas personas que son
optimista y se sienten “esperanzados”, conseguirán hacer frente a la crisis y
conseguir el éxito; otras personas, por el contrario, son pesimista y están
“desesperanzados” y en esta circunstancia, no pueden dar la respuesta adecuada,
a dichas exigencias, lo que les obliga ha realizar, un sobreesfuerzo, que en
muchas ocasiones les hace sentirse “agotados”, expresando, “me siento sin
fuerzas ni energía para seguir”.
La palabra “agotado”
para entenderla mejor, pongo un ejemplo: Una persona se monta en su coche y al
ponerlo en marcha, percibe que no arranca, entonces llama a un amigo suyo,
especialista mecánico en electricidad del automóvil, y se lo comenta el
especialista dice que llegara en 15 minutos, espera, cuando llega se monta en
el coche y comprueba en el indicador que efectivamente que “el coche no
arranca” y en principio por que la batería no tiene carga, abre la parte del motor y comprueba que hay un
fallo en sistema de carga de la batería;
y mide la energía de la batería y tiene un nivel bajo de carga no
suficiente para arrancar y poner el
motor en marcha” y que se lo tiene que llevar al taller. Pues algo parecido se puede decir de la
persona cuando comenta “me siento sin fuerzas ni energía para seguir”; es
decir, tiene energía, pero no las suficientes
para seguir; pero además, de este comentario, su vivencia emocional de “desesperanza”,
de sentirse en una situación de “malestar general”; es decir, enfermo.
Desde luego, ha sido tal el esfuerzo
realizado mental (vivencia emocional) y corporal (conducta adaptativa) para
hacer frente a la situación de crisis en que se encuentra, no solo le ha
causado el “agotamiento” físico, también el “agotamiento mental”. Al respecto, desde
el conocimiento científico, es necesario traer a colación que el “agotamiento”
está recogido como fase tercera del Sindrome General de Adaptación, descrito ya
en el año 1936 por el Dr. Hans Seley. Además, dentro de la ciencia médica, a
través del movimiento psicosomático, en la actualidad psiconeuroinmunología, se
considera al ser humano, como una unidad, un ser vivo, configurada por dos
abstracciones, la mente y el cuerpo, en íntima relación y armonía gracias a la
“energía vital” que la configura más en concordancia con el paradigma biopsicosocial
y con la definición de salud dada por la Organización Mundial de la Salud
(OMS).
Con lo anteriormente expuesto, se resalta
la importancia que tiene, a lo largo de nuestra formación académica, la
Asignatura Educación para la Salud, que,
por desgracia, creo yo, no se la ha dado y no se la está dando, yo no conozco
la causa, lo único que puedo decir, que nos hubiese ayudado a aprender
estrategias para gestionar nuestras emociones de un forma positiva y eficaz con
las que aprender y practicar hábitos saludables; es decir, como cuidar nuestra
salud y el valor que tiene de conservarla no solo desde una perspectiva
individual, también a nivel colectivo y social; es decir, de esta manera hubiésemos
aprendido que somos la parte activa, no pasiva en nuestro proceso de salud/enfermedad
y así, poder vivir todos, tanto, a nivel individual y social de una manera más saludable.
Antes de terminar esta primera parte, es necesario recordar: Nadie es inmune a vivir y sentir una crisis emocional por acontecimientos altamente estresantes.
Podemos mejorar, estando mejor preparados emocionalmente para afrontarla aprendiendo estrategias mentales –que se relacionan en la segunda parte de este documento- y, así, por lo menos, reducir el impacto negativo que conlleva en nuestra salud, en nuestras relaciones interpersonales y adaptación a nuestro entorno familiar, educativo, laboral y social.
Parte segunda: Estrategias.
Ya creo que podemos, con los datos que
ya conocemos, que nos facilitará el aprendizaje y práctica de las estrategias
mentales, para superar la crisis emocional. Citaremos las que, a nivel
individual, parecen ser las más eficaces, fáciles de aprender y practicar de la
manera más sencilla y natural. Antes de citarlas, solo me queda decirte, a ti,
apreciado lector, dos cosas muy importantes para conseguir el éxito: una que
desde ahora todo depende de que te sientas motivado para aprenderlas y
llevarlas a la práctica. Otra, un consejo. si otros que lo han practicando lo
han logrado ¿Por qué tú no lo vas ha lograr?
Estrategias que te pueden ayudar a centrar tu energía en lo que tú puedes hacer son las siguientes:
· Enfoca tu
energía y genera una rutina prestando atención a lo que sí puedes hacer.
· Elaborar un
horario con lo que quieras hacer cada día y tratar de mantenerlo
· La
relajación junto con la respiración facilitará que te concentres y dirijas tu
atención a lo esencial.
· Identifica
tus emociones e intenta no alimentarlas ni dejarte llevar por ellas.
· Mantén tus
rutinas de higiene, alimentación y sueño.
·
Intenta añadir momentos de actividad física.
· Añadir a la
rutina momentos de ocio y fomenta tu creatividad.
· Evita la
sobreexposición a la información sobre el evento que te ha producido la crisis
emocional
· Ayuda a los
que te rodean y lo necesiten. En este sentido, es grato recordar que “cuando tú
ayudas, sientes que te ayudas”
· Ayúdate tú,
pidiendo ayuda si la necesitas.
· Mantén el contacto social, con amigos y familiares a través del teléfono fijo o móvil.
Esperando te hayan
sido de utilidad para que te sientas mejor y/o si deseas ampliar algún
contenido de los expuestos, deja un comentario y el tema que deseas aclarar. No
lo dudes que en breve, recibirás contestación.
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